Y hay que darlo. Da miedo porque sales de tu zona de confort,
esa que cada día que pasas escondido tras las faldas de la rutina y la
comodidad, se hace más grande. La vida es riesgo, es saltar sin red, a lo desconocido,
hay todo un mundo hay fuera esperando a que lo descubras, un mundo lleno de
millones y millones de posibilidades, solo tienes que creer, levantarte y dar
ese pequeño primer paso, que si eres constante, te llevara lejos, seguro. Recuerdo
la primera vez que fui caminando al cine con mis amigos, solos, para mi aquello
era una distancia insalvable, salí de casa como el explorador que afronta una
inmensa selva virgen. Recuerdo que cuando volví por la tarde (obviamente fuimos
a la matinal) le dije a mi padre –Papa, caminando se puede ir a cualquier
sitio!- mi padre me miro como diciendo “pues claro zoquete” pero para mí había sido
toda una hazaña. Lo que quiero decir con esta pequeña anécdota, es que solo hay
que caminar, sin detenerse, dar ese primer pequeño paso y luego dar otro, y así
hasta que llegues a tu destino, para después… seguir caminando.
Comparte y apoyanos! Gracias!
No hay comentarios:
Publicar un comentario